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  • Foto del escritorAna

CURIOSIDADES | París es el rey del terror

La llaman la Ciudad de la Luz, pero posee un lado oscuro. Sus increíbles edificios góticos y sus catacumbas mortuorias son los ingredientes perfectos para una receta escalofriante. Y es que París cuenta con la mano del diablo puesta sobre Catedral de Notre-Dame, unas Catacumbas besadas por la muerte y un fantasma de su Ópera para ponernos los pelos de punta.


¿Qué os parece si os contamos nuestras historias favoritas?


El Fantasma de la Ópera

Os oímos pensar, ¿pero eso no era un libro de Gastón Leroux? Sí, Leroux nos brindó la oportunidad de conocer el mundo y los entresijos de la vida de la ópera de París y nos habló de su fantasma, pero hasta su último aliento ¡garantizó estar basada en hechos reales!

A finales del siglo XIX, la misteriosa muerte de un maquinista, la caída de un candelabro y el testimonio de una cantante que escuchó murmurar su nombre avivaron la historia. Por último, el descubrimiento de un cadáver enterrado en el sótano en 1907 azotó los rumores de un alma errante en el lugar.


Aun hoy día, corre la leyenda entre los trabajadores de la Ópera de la existencia de un fantasma. Un fantasma que recorre los pasillos, con una máscara que le oculta el rostro, que aparece en sitios oscuros y desaparece como si se esfumara.


"Aquel espectro realmente existía. No era una mera ilusión creada por la imaginación de las bailarinas, los porteros de la Ópera o los incrédulos tramoyistas."


Ahora, imaginaos esa sala con su extravagante lámpara de araña, un teatro cubierto de sábanas ajadas, cinco acordes viscerales sostenidos en el aire y una presencia que os mira atentamente desde algún lugar...


Catacumbas de París

Las Catacumbas son una red de túneles y cuartos subterráneos localizados en lo que, durante la época romana, fueron minas de piedra caliza. Las minas fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII.


En la actualidad se conserva como un osario que alberga más de seis millones de esqueletos humanos, especialmente cráneos y fémures, la mayor concentración de este tipo en Europa. ¿La cosa promete mal rollo a que sí?


Con tanto cadáver era imposible que nos surgieran leyendas y misterios envolviendo el lugar.


Cuentan que en 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas. Todos en fila, todos con una antorcha. Cuando ya habían avanzado suficiente para perder de vista la salida, un susurro de viento apagó el fuego. Decía la leyenda que en la oscuridad los túneles cambiaban solos de posición, y ante esto, se creyeron perdidos para siempre.


Solo uno consiguió mantener la calma y, en ese momento, su antorcha se iluminó y pudo hallar la salida, pero de sus amigos... nunca se supo nada.


La cerradura del Diablo

Dicen las malas lenguas que una parte de la catedral de Notre-Dame fue construida por el mismísimo diablo. Veréis, en el siglo XIV se le encomendó a un aprendiz de artesano llamado Biscornet la fabricación de la puerta de Sainte-Anne, situada en la fachada principal de la catedral.


El muchacho viéndose incapaz de realizar tal tarea, conjuró al diablo. Como es habitual en este personaje, le ofreció a Biscornet realizar la puerta por él a cambio de su alma. El aprendiz sobrepasado por la situación, aceptó y la puerta fue construida.


Sin embargo, poco después apareció muerto entre terribles sufrimientos y en circunstancias no esclarecidas. No llegó a ver siquiera la inauguración de su propia obra. O quizás sí ya que el día de la instalación de dicha puerta no se pudo abrir. Era como si alguien la empujara con todas sus fuerzas.



Dicen que el alma de Biscornet todavía continua dentro de Notre-Dame, sin salir.

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